Cuando se enteró de que tenía cáncer, ¿pasó por su cabeza dejar la música? -En realidad no estaba segura de lo que iba a hacer. De hecho, abandonar la música fue una de las opciones. Pero, afortunadamente, fui capaz de recuperarme, de volver a hacer discos y de regresar nuevamente al escenario.
En estos días la industria musical sufre cambios importantes por la facilidad de bajar archivos de audio por Internet. ¿Qué deben hacer los músicos para enfrentar esa nueva situación? -Creo que las nuevas tecnologías han hecho que los músicos volvamos a prestar atención a la actuación, a los conciertos, al espectáculo en vivo. Hemos vuelto a ser conscientes de que le estamos ofreciendo al público algo que no se puede reemplazar. El poder de una buena actuación en vivo nunca va a pasar de moda.
Cuando está en el escenario, ¿cómo sabe que el público la está pasando bien? -Ellos te lo hacen saber. Te lo dicen, y eso es justamente una de las mejores cosas de tocar en vivo: es una experiencia compartida, inmediata y honesta. No importa cuánto te prepares para la actuación, nunca vas a estar completamente preparada para eso.
¿Qué clase de música escucha cuando no está en el estudio grabando o frente a miles de personas en algún concierto? -Depende de mi humor. A veces pongo Radio 1, que es excelente, y dejo que fluyan las canciones. También me gustan Kaiser Chiefs y otras bandas británicas contemporáneas; supongo que se debe a que Inglaterra es el lugar donde vivo. Ah, me encanta Coldplay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario